Mini cuento: Niños abrochados y bien sentados en el coche
El mini cuento de hoy va dedicado a aquellos niños que no se están quietos en el coche, incluyendo al mío. A ver si con este mini cuento, consigo que se esté quietecito y no moviéndose como una lagartija… al menos unos días…
Rocío y Juanfra estaban deseando llegar al parque de atracciones y estaban muy nerviosos. Iban montados en el coche con sus padres mirando por la ventanilla. Rocío jugaba con una pulsera y un collar de princesa que siempre llevaba con ella. Juanfra, en cambio, jugaba con una bolsa llena de dinosaurios. No paraban de moverse a pesar de ir abrochados en sus sillas. Su madre no paraba de decirles que tenían que ir bien sentados y que no podían echarse hacia delante, ya que si pasaba algo, el cinturón no serviría de nada.
Justo en ese momento, un perro se cruzó por delante del coche y tuvieron que frenar bruscamente. Los dos iban jugando y mal sentados. Se llevaron un gran susto cuando, sin darse cuenta, casi se salen de sus sillas. Rocío se golpeó la cabeza con la ventanilla y Juanfra contra el reposacabezas del asiento de delante. Empezaron a llorar ya que se habían hecho mucho daño.
Ya en casa, cuando ya se encontraban bien, su madre les volvió a explicar la importancia de ir bien sentados. Ahora sí le hicieron caso, aunque le hubiese gustado que se lo hubiesen hecho antes. Se hubiesen ahorrado el susto y el dolor en el cuello.
Utopía
Los indios no enseñan a sus hijos a no tocar el fuego. En cuanto se queman la primera vez o ven lo que le ocurre a otro aprenden.
Sin llegar a tanto, creo que lo que experimentan por sí mismos queda grabado y ahorra cientos de frases inútiles (por teóricas).
Ya sabes que soy fan total de tus cuentos con enseñanza.
Feliz semana!!!
anya
Se lo he contado a mi hija, muy educativo, un beso
virgapa
me encantan todos tus cuentos
10 comentarios