¿Qué clase de tipex va más contigo?
¡Hola! Hoy hablamos de correctores, y no el del maquillaje. Usamos el corrector cuando queremos corregir un escrito en tinta imborrable. Es un líquido o cinta blanca que, aplicado sobre el error, hace que la hoja parezca prácticamente inmaculada, dependiendo de lo bien que lo apliquemos. De esta forma, una vez seco, se puede volver a escribir encima y hacer como si nada hubiese pasado. Todos los conocemos ¿no?
¿Por qué lo llamamos tipex? Hay veces que en el mercado una empresa distribuye un producto estrella y pasa a llamarse a todos los productos de la categoría de esta forma. Un ejemplo de este fenómeno son los clínex, los pañuelos. Lo mismo ocurre con el corrector; que hemos pasado a denominarlo todos comúnmente Tipp-Ex, y por derivaciones de la lengua, tipex.
¿Dónde surge el corrector?
Existen varias teorías sobre el origen exacto de este producto. La primera historia nos dice que es un invento de los años 50 de aquí, de Europa y que surge en el auge de la mecanografía. En este momento, el corrector se proclama como la solución favorita de los redactores, ya que, al más mínimo error en una página con máquina de escribir, había que descartarla entera. Las hojas se tiraban a montones, hasta que llegó el invento que lo facilitó todo.
Así, el tipex se hizo cada vez más popular, llevando a la compañía a importar a más de cien países en un periodo muy corto de tiempo. Sin embargo, en el año 1995, la marca Tipp-Ex dejó de existir como tal, al ser adquirida por una empresa francesa. Pese a ello, su nombre permaneció entre nosotros y en la actualidad está disponible en todas las papelerías y secciones homónimas de los supermercados.
La segunda historia, aunque muy parecida a la primera, nos traslada a Estados Unidos, donde se cuenta que una secretaria recién contratada estaba experimentando problemas con su técnica de mecanografía, la cual no era muy buena.
Esta mujer, cuyo nombre era Bette, observó con atención un día a unos pintores, cuando cayó en la cuenta de que de un brochazo podían rehacer su trabajo. Entonces comienza a desarrollar su idea, de la cual se patentó bajo el nombre de la empresa, que hoy ha pasado a llamarse Liquid Paper.
Un tipo de corrector para cada usuario
Es sorprendente que el tipex lleve tanto tiempo en el mercado y, como consecuencia de ello, siempre ha estado reinventándose en sus formas.
Bote de corrector en pincel
Se trata de un formato de botella pequeña rellena de líquido blanco y un aplicador en forma de pincel. Fue una de las primeras maneras de presentar el producto y eso hace que sea muy conocido. Este tipo de tipex es una alternativa estupenda cuando necesitamos algo más de precisión, ya que gracias a su pincel podremos tener más control sobre lo que queremos corregir.
Lápiz de corrector líquido
Es el más utilizado entre estudiantes, ya que es muy cómodo, preciso y fácil de utilizar. Es algo parecido a un lápiz de plástico, en cuyo interior se encuentra el producto, que puede agitarse gracias a una bola metálica. A la hora de aplicarlo, solo hay que presionar con suavidad el lápiz y esparcir el producto con la punta metálica. Su secado es más rápido que el modelo anterior, lo que es un añadido.
Cinta adhesiva correctora
La cinta correctora de tipex es el artículo más reconocido de la marca. En esta ocasión, se nos presenta un pequeño aparatito de plástico que alberga un par de engranajes que consiguen que se aplique la cinta al presionar y deslizar el producto a lo largo del espacio que queremos corregir. Al tratarse de una cinta correctora, no necesita secado, lo que lo convierte en la opción más rápida hasta ahora.
Bote de corrector en esponja
Se trata del mismo producto que el primero que hemos descrito, con la diferencia de que se sustituye el pincel por una espuma triangular. Entre ambos, esta es una opción más fácil, sobre todo para los más pequeños.
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