¡Hola! Normalmente, cuando salimos a hacer senderismo con nuestros niños, suele hacer frío, no por nada… Es que no me gusta hacer senderismo con un calor espantoso. Nosotros solemos hacerlo en invierno (cuando no llueve) o en otoño, y casi siempre por las mañanas temprano. En este caso, son imprescindibles los abrigos para niña y niño. Pero, durante todo el año, debemos seguir otras pautas para que vayan vestidos adecuadamente al hacer una ruta caminando.
Invierno: El principio de las tres capas
Todos los senderistas suelen aplicar el principio de las tres capas a la hora de vestirse para la montaña y el campo en invierno. Consiste en ponernos, sucesivamente, ropa interior, ropa térmica y capa aislante externa. Pues bien, esta norma es básica también para los niños.
Respecto a la primera, puede estar formada por unos leotardos y una camiseta, a ser posible ambos de tejidos sintéticos o mixtos. En cuanto a la segunda, podemos vestirlos con prendas de lana o de tipo polar. Finalmente, para la tercera capa utilizaremos chubasqueros, anoraks o abrigos para niña o niño. También podemos equiparlos con un mono de esquí, ya que guarda muy bien el calor.
Verano: Ropa ligera
Lógicamente, cuando el tiempo es cálido, vestiremos a nuestros niños con menos ropa. Pero esto no significa que vayan desabrigados. Si hacemos senderismo de montaña, las temperaturas son frescas y podrían resfriarse.
Por tanto, lo ideal es prescindir de alguna de las capas mencionadas. Por ejemplo, la intermedia. No obstante, al empezar a caminar deben ir abrigados. Luego, si rompen a sudar, podemos quitarles algo de ropa. Pero, si nos detenemos para descansar, debemos volver a ponérsela para que no cojan frío.
Asimismo, los niños pequeños que van en mochilas portabebés tienen que ir bien pertrechados. Sobre todo, cuando las temperaturas bajen de los quince grados centígrados.
La cabeza y las extremidades, siempre protegidas
Por otra parte, es básico que los niños lleven la cabeza protegida para hacer senderismo. Es importante que esté a resguardo del calor del sol, pero también del frío.
Asimismo, es necesario que les abriguemos las extremidades, que son las partes del cuerpo que se enfrían primero. Para los niños más pequeños, podemos usar, por ejemplo, unas manoplas para las manos. Les resultarán más cómodas que unos guantes. Si las temperaturas son muy bajas, podemos volver al principio de las capas. Y ponerles unos guantes finos debajo y otros más gruesos encima.
En cuanto al calzado, para hacer senderismo en invierno, los pies de los niños deben ir abrigados. Es buena idea ponerles unas botas con forro térmico. Y mejor que sean holgadas para colocarles unos calcetines gruesos debajo sin que les hagan daño.
En cambio, en verano es mejor que lleven unas zapatillas que les cubran todo el pie. No es buena idea que calcen sandalias, porque podrían hacerse daño con piedras o arbustos del camino.
Otro equipamiento
Finalmente, es importante que los niños lleven gafas de protección solar homologadas. Son imprescindibles todo el año. En verano por el sol y en invierno por este y por la nieve.
En conclusión, este es el equipamiento que debe llevar nuestro niño para hacer senderismo. Pero también pueden añadirse unos pequeños bastones para caminar.
Por cierto, en el blog tenéis un post con rutas de senderismo en Málaga para hacer en familia.
