Papis ¿Qué puedo ser de mayor? guía de orientación para padres

Papis ¿Qué puedo ser de mayor? guía de orientación para padres

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¡Hola! Ser padres es una experiencia fascinante para la mayoría, pero como todo, esto tiene su parte compleja. Cuando los hijos son pequeños, por pequeños, cuando van entrando en la adolescencia… Más de un quebradero de cabeza, igualmente. Cada edad, tiene lo suyo.

La adolescencia y preadolescencia es una etapa bastante delicada a todos los niveles: Por lo tanto, la figura de los progenitores juega aquí un papel fundamental a la hora de prevenir conductas indeseables.

Durante este periodo, los jóvenes suelen encontrarse un poco perdidos en temas de emociones, sentimientos, hormonas… pero también en materia de estudio. De eso precisamente queremos hablar, y es que hemos de estar preparados para asesorarles y que no pierdan las ganas de estudiar en ningún momento, máxime, cuando el mercado laboral se ha vuelto especialmente complicado. Siempre he pensado que hay que ayudarles a cumplir sus sueños, pero dándoles las herramientas necesarias para que sean ellos mismos los que consigan alcanzarlos.

¿Cómo orientar a los hijos en su etapa de estudiantes?

Ante todo, durante esta fase evolutiva, debemos quererles y hacerles entender de buenas maneras la importancia de formarse estudiando. Recordemos que es una etapa un tanto “rebelde” para muchos, por lo que amenazarles con esto o lo otro si no estudian sería un error. Hay que intentar entender la fase que atraviesan, de cambio de la niñez a la vida adulta.

Si tomamos esa actitud negativa, posiblemente solo consigamos agravar el problema de aquellos que no muestran mucho interés por los libros. Dicen que la educación de los hijos comienza en casa, y es cierto.

Cuando estos sienten que pueden contar con sus padres para todo y que les entienden, por lo general, obtienen mejores resultados en el colegio o instituto. Incluso su comportamiento es mejor.

Y ya que hablamos de estudios, debemos decir que no todos tienen por qué necesariamente estudiar una carrera universitaria. De hecho, siempre seguirán haciendo falta profesionales de sectores como la fontanería, la electricidad o la hostelería, por citar algunos ejemplos. Yo estudié una carrera y ahora me he formado para poder profesora, especialmente para las etapas de Bachillerato y de Formación Profesional en la rama de economía y empresa. Y veo un potencial inmenso en la FP.

Lo importante es que se especialicen en algo. Sin embargo, los hay que no tienen ninguna idea de por dónde encauzar su vida. Pues bien, para despertar su vocación, en internet existen infinidad de recursos que pueden despertar su interés, como los cursos gratuitos de formaciononline.eu.

No estaría de más sentarnos con nuestro hijo o hija delante del ordenador e indagar en este asunto, hasta dar con alguno que le llame la atención.

Yo lo suelo hacer ya con mi hijo que está en el cambio de la preadolescencia a la adolescencia. Tiene 11 años y muy claro lo que quiere hacer en el futuro. Así que le estoy apoyando facilitándole cursos, libros y actividades relacionadas con el campo que le gusta de desarrollo informático, además del deporte. Hoy hemos ido a la biblioteca a coger un libro de Scratch, ya que les había pedido él que, por favor, buscaran algún libro de programación y los han traído nuevos.

Mi hija de 8 años, empieza ahora la etapa de la preadolescencia, que ya sabéis que va de los 8 a los 11 aproximadamente. De momento quiere ser profesora de música o de ballet. Pues estupendo. Yo le digo que para eso tiene que estudiar y trabajar duro para poder llegar a ser una gran bailarina.

Maneras de involucrarse en las actividades escolares de los hijos

Es la mejor postura que podemos adoptar para que no se nos “desencarrilen”. No olvidemos que debemos estar ahí siempre dándoles ejemplo, de modo que involucrarse en todo lo que concierne a su entorno es un buen método. Estas son algunas formas de hacerlo:

  • Acudir a las reuniones de principio de curso, puesto que sería conveniente conocer a sus profesores y al resto de personal del centro desde el principio, así como informarse de sus planes y objetivos.
  • Asistir a los eventos que se organicen, ya sean deportivos, exposiciones, conciertos, desayunos especiales en fechas determinadas, etc.
  • Leer con atención cualquier circular que envíe el centro educativo, dado que en estos correos suelen informar sobre programas de deporte, música, danza u otras actividades extraescolares que también podrían ser muy positivas para ellos. También, seguro que por la zona encontráis muchas opciones de talleres y actividades.
  • Asistir a las reuniones que organicen los padres, pues en estas asambleas que programan con cierta regularidad tendremos la oportunidad de trabajar en conjunto para mejorar determinados aspectos del centro. En ellas, podremos plantearles nuestros intereses y los de los demás padres. Si no podemos personarnos, la alternativa es solicitar que nos envíen por correo las actas, si es que no tienen página web donde publicarlas.
  • Ofrecernos como voluntarios en la clase de nuestro hijo, en la cafetería del centro, la biblioteca, la oficina o donde se requiera mano de obra de forma puntual.
  • Colaborar como tutor de estudiantes, como traductor, como profesor de refuerzo en determinadas materias, etc. Con este gesto, de paso, estaremos inculcándole valores asimismo importantes como la solidaridad.
  • Seguir de cerca los proyectos que se traigan entre manos. Es primordial acompañarles activamente en todos los procedimientos de aprendizaje, ayudándoles a planificar su tiempo. Además, debemos interesarnos por los sistemas de enseñanza y sus resultados.

Además de todo lo expuesto hasta ahora, lo recomendable es hablar con ellos con frecuencia, preguntarles cómo les ha ido el día en clase, qué tareas traen y ayudarles si lo necesitaran. Y no es preguntar «¿Cómo te ha ido?», porque del «Bien» no salen. Hay que preguntar cosas concretas como «¿Qué tal el examen de mates? ¿Qué has comido en el comedor? ¿A qué has jugado hoy en el patio?»

Es cierto que muchas veces no nos queda tiempo ni para nosotros mismos con el ritmo de vida tan frenético que llevamos, pero su educación debe estar siempre entre nuestras prioridades. Por consiguiente, debemos sacrificarnos y sacarlo de donde podamos. Os lo dice una que casi no duerme jajajaja Las oposiciones se están llevando mis horas de sueño.

Un último consejo antes de finalizar: elijan lo que elijan estudiar, nuestro deber como padres es apoyarles, si esa es la elección que les hace feliz (y es viable…)

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