Enseñar a un niño según su tipo de pensamiento

Enseñar a un niño según su tipo de pensamiento

Compartir es bonito

Aunque, en general, todos los procesos de pensamiento de los seres humanos podrían ser denominados como inéditos, la psicología se ha encargado a través de la historia de ir agrupándolo según algunas características conductuales o formas de proceder. Utilizar estos conocimientos para, a partir de allí, enseñar o educar a los niños puede tener resultados muy interesantes.

Ningún niño tendrá una forma de pensamiento o de razonamiento igual al de otro niño, aunque biológicamente pudieran guardar estrechas similitudes. De hecho, hay tantos tipos o variantes en las formas de razonar, tal como lo reseñan en TiposDePensamiento, que la importancia de saber o determinar qué tipo encaja mejor con los niños para luego pensar en la manera más oportuna de su educación es crucial.

Los tipos de pensamiento más conocidos

Hay decenas de tipos de pensamiento, muchos de ellos vinculados con las ramas artísticas o científicas de las labores, pero a un nivel más general, algunos suelen ser más conocidos por la mayoría de las personas:

  • Pensamiento deductivo: partir de ideas o conceptos universales y abstractos para explicar casos particulares. Suele decirse que es uno de los tipos de pensamiento más cercanos a la sabiduría, por lo que fomentarlo o aprovecharlo en los niños nunca será una mala idea.
  • Pensamiento inductivo: parte estrictamente a la inversa del pensamiento deductivo, y sin embargo, su aplicación lógica es igual de poderosa. El pensamiento inductivo es capaz de quedarse mirando una flor durante horas -analizar eventos particulares- y a partir de allí reconocer procesos globales como la polinización, la fotosíntesis, entre otras cosas, ya que funciona de forma inversa al pensamiento deductivo.
  • Pensamiento convergente y divergente: mientras el primero se basa únicamente en la lógica, en los conocimientos; el pensamiento divergente utiliza la experimentación y la exploración -a veces, en exceso- para, a partir de ahí, encontrar respuestas para la vida.
  • Pensamiento analítico: en la actualidad, es uno de los más fáciles de detectar porque los niños con razonamiento analítico suelen ser en extremo ordenados, siguen procesos lógicos para todo lo que pueden y tienen una importante inclinación hacia las profesiones STEM, aparte de una gran habilidad para actividades como el ajedrez, los rompecabezas o las tareas manuales.

¿Qué se debe hacer para aprovechar el tipo de pensamiento de un niño?

Como es bastante lógico pensar, los niños no nacen con un tipo de pensamiento asignado por defecto, ni mucho menos con una etiqueta informativa en alusión a ello. Por el contrario, nacen y se desarrollan con una predilección a ciertas cosas, que cuando se aprovechan será mucho más fácil determinar qué tipo de pensamiento tendrán. A su vez, es importante aclarar que un pensamiento no limita la aparición de otro, por lo que un niño puede ser tan analítico como creativo, tan positivo como negativo, según el caso al que se exponga.

Lo que sí resulta adecuado de mención es que cada tipo de pensamiento -o comportamiento- se adapta y florece mejor en condiciones específicas. Mientras los analíticos y los convergentes adorarán las matemáticas o la ingeniería, los divergentes, los creativos, buscarán más aquellas ramas o carreras donde la exploración y la creatividad sean la puerta hacia el desarrollo de nuevos conocimientos, sin la necesidad de seguir procedimientos o estándares lógicos, ya que dentro del caos de un pensamiento creativo hay un orden bastante categórico, desarrollado desde la infancia.

Más allá de métodos o modelos de estudio, lo más importante es determinar qué predilección, intereses o enfoques para aprender y estudiar tienen los niños, y a partir de allí no limitar el conocimiento integral, pero sí enfocar los conocimientos específicos de acuerdo a ese atributo que ya tiene, porque seguramente será mucho más fácil que tenga grandes avances en su desarrollo, lo que repercutirá en las calificaciones escolares, en su desarrollo humano y hasta en su futuro profesional.

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *