El bebé al nacer no tiene unas pautas de sueño o rutina ya adoptadas sino que somo los padres los que debemos ayudar a crear una rutina para que nuestro bebé duerma y descanse.
El que un niño duerma las horas necesarias es muy importante para su desarrollo mental y para su salud.
Para ello, debemos establecer una serie de rutinas diarias que enseñen al niño a identificar que se acerca el momento de dormir y llegue relajado a este momento. A continuación os dejo algunos hábitos que aconsejo seguir:
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Se debe establecer una hora concreta (que se podrá modificar en ocasiones puntuales) para el baño, la cena y el sueño.
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La habitación debe ser un lugar de relajación que propicie el sueño. No debe tener distracciones al alcance de la mano, ni ruidos excesivos. Algunos niños prefieren dormir con una pequeña luz en la habitación. Procura que sea una luz de baja intensidad y que no alumbre directamente al niño. Del mismo modo debe tener una temperatura media, ni frio ni calor.
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No es aconsejable dormirse con el niño o quedarse a su lado hasta que esté dormido. Es preferible quedarse mientras que se relaja y salir de la habitación para que termine de dormirse sólo. Puedes cantarle una canción, contarle un cuento o simplemente hablarle relajadamente. ¡¡Y nunca lo acuestes en la cama con papá y mamá!!
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Puedes usar objetos que se asocien a la hora del sueño como el chupete, la gasita, un peluche o una mantita. Es importante que ese objeto en concreto sólo lo tenga durante la hora de dormir para que lo identifique con ésta.
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Hay que establecer rutinas diarias de juego, baño, ponerse el pijama, cenar, acostarlo, contarle un cuento. Los ñiños aprenden que una cosa va detrás de otra y qué va a pasar a continuación. Esto les da seguridad y tranquilidad a los pequeños y a los padres.
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La cama del niño es para dormir. No es aconsejable acostumbrarlo a que en ella se puede jugar o ver la televisión.
Crear unos buenos hábitos, le ayudará a descansar mejor.
