Hoy toca explicar con un cuento el motivo por el que se arrugan los dedos cuando llevas un rato en agua.
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“Mamá, ¿soy un garbanzo?”, preguntó Daniel.
Su madre se giró extrañada, pero comenzó a reír al ver que Daniel le enseñaba las manos totalmente arrugadas mientras que jugaba en la bañera.
“Es que papá me ha dicho que me tengo que salir ya porque parezco un garbanzo”, dijo Daniel medio enfadado.
Su madre empezó de nuevo a reír al ver la cara de enojado de Daniel y le explicó que no era un garbanzo:
“Daniel, no te preocupes. No eres un garbanzo. Nuestra piel tiene una capa que tú no ves que hace que no “chupe” el agua como si fueses Bob Esponja. Esa capa se llama sebo, pero cuando estás mucho rato en el agua, esa capa deja pasar parte del agua y hace que la piel se arrugue.” Explicó su madre.
“¿Y se me van a quedar así?, preguntó nervioso Daniel.
“No te preocupes. En un rato vuelven a ser los de siempre”
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Para los papis:
Hay muchas teorías acerca de este proceso. Últimamente muchos científicos están explicando que podría ser un mecanismo corporal de defensa, ya que las arrugas, provocadas por…, hacen que se creen canales en los dedos y plantas de los pies que permiten que al presionar los dedos sobre una superficie mojada, el agua se drene y el agarre sea mejor. De hecho, numerosos experimentos demostraron que personas con daños en el nervio parasímpatico, no se les arrugan. No obstante, el mecanismo exacto por el que sucede este proceso, sigue siendo objeto de investigación.
¡Qué interesante!