Carlos era un chico solitario. Siempre estaba sólo. En el colegio no se relacionaba con nadie, tenía miedo a cualquier contacto. Cada día, de vuelta del colegio, pasaba junto a un gran almacén en el que daban clases de circo. Las risas de los niños se escuchaban siempre desde la puerta. Alguna vez se le había pasado por la mente entrar allí, pero había demasiada gente para él.
Un día, sentado en un escalón leyendo una revista, se dio cuenta de que su sueño era ser acróbata. Así que su madre le animó a ir a las clases y cumplir su sueño. Se armó de valor antes de entrar. El profesor le ayudó a subir a una cuerda para principiantes, pero sólo era complicado. Otros niños, a los que no conocía, le ayudaron con alegres risas. De repente, pensó que aquello le gustaría y que haría muchos amigos. Aquella clase lo trasformó en un chico diferente.
Moraleja:
La vida se vive mejor rodeada de amigos; y se pasa mejor rodeada de risas.
Ehhhh al final sacaste moraleja con las palabras de hoy!
Y la de gente que hay que no se atreve a realizar sus sueños. Muy buen relato.
Hoy comento desde la tablet, que ya sabes que mi móvil te odia…..jajajaj
Feliz día!
No ha sido nada fácil… las tres palabrita… difíciles de unir. Pero tú tb lo has conseguido!
Es verdad que la vida se vive mejor rodeado de amigos y luchando por nuestros sueños.
Me ha gustado mucho tu relato. Un abrazo
¡ que bonito!
Leerte es siempre un placer. Me maravilla la dulzura con la que nos cuentas historias cada domingo.
Gracias!!!! Disfruto escribiendo. Gracias por permitirnos hacer ésto cada domingo. Besitos!!