July era una pequeña campesina de la montaña. Una tarde, su abuelo la había dejado a cargo de un pequeño rebaño de ovejas. Aquellas bolitas de algodón, como ella solía llamarlas, pastaban tranquilamente cuando un temblor de tierra las asustó y empezaron a correr sin que ella las pudiera atrapar.
July se quedó llorando pensando en lo que le diría su abuelo. En ese momento pasó John con su caballo. Era un pastor nativo de las montañas, llevaba toda su vida viviendo en plena naturaleza.
Entonces le dijo: “No llores, yo te ayudaré”
John tenía muy agudizado el sentido del oído y podía escuchar los balidos en la distancia. July montó en su caballo y recorrieron las colinas y montes siguiendo el sonido de aquellas ovejas. A lo lejos, y en una baja llanura, encontraron a las ovejas. Juntos consiguieron llevarlas de vuelta a casa y desde aquel día July encontró en John a un gran amigo.
Valores fomentados: Amistad, Colaboración, Compañerismo.
Menos mal que John encontró a las ovejas,. es bueno tener esos amigos 🙂
Feliz domingo
Me gusta mucho que indiques los valores que se fomentan en tu relato.
Tener buenos amigos es impagable.
ohhhhhhhhhhhh qué historia más linda!!!!!!! y lo mejor el final feliz y la moraleja del cuento 😉
Me ha gustado mucho la historia 🙂
Nunca se sabe dónde vamos a poder encontrar esa mano amiga que nos pueda sacar de un buen apuro… 😉
Saludos!
Fabuloso, además, el que pongas en alza algunos valores, me ha encantado.
Y a mi que me parece un relato baste subido de tono..no sé si seré yo pero lo de la pastorcita ..jejeje y luego aparece ese hombretón…Será que tengo la mirada sucia ¿No? Un besote!!